La transición energético y la racionalización del espacio son los principales retos de futuro para el puerto de Santander, según sus responsables.
A ello se dedica, según el presidente de la Autoridad Portuaria de Santander, Francisco Martín, las obras en marcha por valor de 150 millones de euros para buscar alternativas a los rellenos de la bahía para nuevos espacios.
Al tiempo, desde el punto de vista energético, se trabaja en la nueva estación de GNLque recibirá en marzo el primer barco propulsado con este combustible.
En esta misma línea, para ofrecer alternativas de crecimiento al enclave, las autoridades cántabras estiman que el año que viene habrá máquinas trabajando en el llano de La Pasiega, el gran proyecto de infraestructura industrial de Cantabria que supondrá un apoyo básico al desarrollo del puerto santanderino, aprovechando lo que se estima una situación estratégica entre Santander, Torrelavega y las principales vías de comunicación de Cantabria.
De hecho, ya se ha abierto el procedimiento de licitación del proyecto de ingeniería por un importe de algo más de 90.000 euros, con un plazo de dos meses de ejecución.
Por su parte, en el ámbito energético, y con el marco estratégico del sistema portuario de interés general a punto de caer, Puertos del Estado estima que los enclaves tienen la oportunidad de ser los primeros en poner en valor determinados procesos de producción y suministro de combustibles alternativos.