Continúa sin resolverse el conflicto entre UPS y el sindicato Teamsters en Estados Unidos, con el 1 de agosto, fecha prevista para el inicio de una posible huelga, cada vez más cerca.
Desde el operador, señalan que continúan enfocados en llegar a un acuerdo que sea beneficioso para los empleados de UPS, sus clientes, el sindicato y la compañía antes del 1 de agosto.
No obstante, aunque se ha logrado un gran avance y creen estar más cerca de llegar a un acuerdo, consideran que su responsabilidad como proveedores de servicios esenciales es tomar medidas que ayuden a garantizar la entrega de los paquetes de sus clientes si finalmente se produce la huelga.
En estas semanas, muchos de sus empleados no afiliados de EEUU participarán en una formación que les ayudará a atender de manera segura a los clientes si hay una huelga del sindicato, que representa a 340.000 trabajadores.
En cualquier caso, aclaran que este plan es temporal y no afectará a las operaciones actuales y el servicio que brindan a sus clientes.
El plan de formación, alineado con su compromiso con la seguridad y la continuidad del negocio, tampoco restará valor a sus esfuerzos para firmar un nuevo contrato que aumente los salarios y beneficios de los empleados, al mismo tiempo que permita a UPS seguir siendo competitivo y aportar certeza a sus clientes y a la economía de los EEUU.
