Maximizar el envío de los vehículos fabricados en la planta de Navarra a través del ferrocarril, tanto al resto de Europa por el interior como a los puertos españoles para su transporte vía marítima, constituye una de las estrategias que Volkswagen se ha marcado para el horizonte de 2018 en la planta de Pamplona.
Actualmente, el 41% de los vehículos que salen de esta factoría lo hacen por ferrocarril, en dos o tres frecuencias diarias en función de la demanda, mientras que el otro 59% es enviado al resto de Europa en unos 80 o 100 camiones diarios.
Ahora, el fabricante quiere potenciar el uso del ferrocarril durante los próximos años, con el fin de que en el 2016 salgan de la planta por este medio de transporte el 60% de los vehículos, porcentaje que se incrementaría al 65% en 2017 y al 70% en 2018 según la estrategia proyectada.
Así lo han señalado desde la compañía en una Jornada organizada por Navarra de Suelo y Vivienda (Nasuvinsa) para analizar las perspectivas de futuro del Corredor Atlántico.
Retos de la planta de Navarra
En la planta de Volkswagen en Pamplona se han fabricado en 2014 un total de 305.700 vehículos, lo que supone el 18% de los vehículos fabricados en Europa por el grupo.
Para conseguir el tráfico intermodal al que aspira la compañía en la instalación, los nuevos retos fijados para el año 2018 incluyen tanto la mejora de las infraestructuras portuarias como de las ferroviarias, cuestión que no está solo en manos de la compañía y los actores logísticos si no también en las de la Administración española.
Por otro lado, la maximización en la ocupación del transporte y la optimización de los tiempos de tránsito también pasa por mejorar la conectividad del transporte por carretera, así como una armonización de la normativa europea que permita el transporte de automóviles en vehículos industriales de hasta 20,75 metros.
