Frente a la visión sindical, que ve peligros para la seguridad vial, la Iru percibe que la reforma de la Directiva europea que regula las condiciones para obtener los permisos de conducir, actualmente en curso en las instituciones comunitarias, puede ayudar a mitigar la escasez de profesionales que existe en el transporte profesional europeo.
De manera particular, la organización internacional puede abrir la puerta del sector a chóferes más jóvenes, contribuyendo en parte a cubrir la falta de medio millón de conductores que, según sus cálculos, existe en el Viejo Continente y que, además, se agrava cada año, dado que son más los profesionales que se retiran de los que se incorporan a la actividad.
Concretamente, la Iru reclama a los eurodiputados llamados a votar el proyecto de Directiva a finales de febrero que mantengan algunos aspectos clavepara facilitar la llegada de jóvenes al transporte.
En este sentido, se considera esencial que se fije en los 18 añosla edad mínima para obtener permisos de conducir profesionales que habiliten tanto para servicios nacionales, como para los internacionales.
Así mismo, la Iru también reclama que se permita a los jóvenes acceder a la formación práctica en conducción justo tras salir de su etapa de formación obligatoria, a los 17 años de edad, de tal modo que puedan beneficiarse de la experiencia que puedan aportarle otros chóferes veteranos.
La entidad cree, a la vista de la elevada cantidad de vacantes existentes en el sector del transporte profesional europeo, que estas medidas ayudarían también a reducir la elevada tasa de desempleo juvenil en la Unión.
