El sector del transporte por carretera, a través de la Organización Internacional del Transporte por Carretera (IRU), ha expresado su preocupación ante las medidas de control fronterizo adoptadas por Bulgaria y Rumanía para abordar la migración irregular, especialmente en el contexto de su posible adhesión al espacio Schengen.
Consideran que estas medidas están generando consecuencias negativas en el transporte de mercancías y el comercio, ampliándose por encima de las 72 horas los períodos de espera de los camiones que cruzaban las fronteras de Rumanía con Hungría y Bulgaria, llegando a reportarse esperas de hasta cinco días para los camiones registrados tanto dentro como fuera de la Unión Europea.
Las fronteras exteriores de la UE, señalan, también se ven afectadas, ya que las empresas de transporte de mercancías por carretera de Bulgaria, la República Checa, Grecia, Hungría, Rumanía y Turquía informan de esperas de cuatro a cinco días en las fronteras exteriores de la UE en Bulgaria.
En respuesta a esta situación, se ha dirigido una carta a la Presidenta de la Comisión Europea instándola a respaldar de manera urgente el libre transporte intraeuropeo de mercancías por carretera en los límites de Schengen y en otros límites intraeuropeos.
Además, la IRU solicita el respaldo para garantizar un flujo eficiente de camiones en las fronteras exteriores por carretera de la UE, remarcando la necesidad de medidas adicionales para gestionar los flujos migratorios, pero lamentando las consecuencias en el transporte y el comercio.
La organización ha instado asimismo a la Comisión Europea a intervenir y recomendar corredores de 'Green Lane'para camiones dentro de la UE, aumentar la capacidad de inspección en las fronteras exteriores de la UE y garantizar la transparencia en los tiempos de espera.
