En el primer cuatrimestre de 2025, los envíos brasileños de cereales aumentaron un 9% interanual, apoyados por las fuertes compras desde China, donde se han impuesto aranceles más elevados a los cargamentos procedentes de EE.UU. Esto ha llevado a la búsqueda de proveedores alternativos, como es el caso de Brasil, según explican desde Bimco.
El repunte de las exportaciones se ha visto respaldado por un aumento del 9% en la cosecha de soja, según las estimaciones del Departamento de Agricultura de Estados Unidos. Los envíos han sido menores en enero debido a un retraso en la cosecha, pero han aumentado rápidamente desde febrero, provocando un aumento de la congestión de los buques.
Cabe apuntar que la soja representa el 71% de los envíos brasileños de grano, mientras que el maíz supone el 27%. China es actualmente un importador clave de los envíos mundiales y brasileños de este tipo de productos, con un 25% y un 53%, respectivamente, del total.
Debido a los precios más bajos, el país ha aumentado gradualmente las compras de cargamentos brasileños en los últimos 10 años, en detrimento de los envíos estadounidenses. Desde marzo de 2025, los envíos de cereales entre EE.UU. y China se han reducido aún más debido al aumento de 125 puntos porcentuales de los aranceles a la importación de cereales estadounidenses.
En lo que va de año, esto ha contribuido a una reducción interanual del 54% en los envíos de cereales de EE.UU. a China, mientras que los de Brasil a China han aumentado un 9%. Este repunte de las exportaciones brasileñas ha sido positivo para el segmento panamax, que transportó el 82% de las cargas en 2024.
Dado que las distancias de navegación se encuentran por encima de la media, los envíos desde Brasil representan el 19% de la demanda de toneladas milla del segmento, a pesar de comprender sólo el 9% de su volumen de carga. Por otro lado, de cara al futuro, se espera que la cosecha brasileña de maíz aumente un 6% interanual, lo que impulsaría los envíos.
Las perspectivas para los envíos de grano brasileño parecen positivas para el resto de 2025, dada la fuerte oferta y la guerra comercial actual entre EE.UU. y China. Sin embargo, las próximas cosechas en China podrían suponer un riesgo a la baja para la fortaleza general de los envíos mundiales, pues se ha fijado objetivos ambiciosos para tratar de reducir la dependencia de las importaciones.
