Los puertos españoles desempeñan un papel esencial en la logística de productos frescos. En 2024, movieron 11,3 millones de toneladas de frutas y hortalizas, y la cifra ya asciende a casi siete millones de toneladas en los ocho primeros meses de 2025.
Gracias a su ubicación estratégica, su conectividad intermodal y sus infraestructuras, los puertos del país se han consolidado como nodos logísticos clave para garantizar que frutas y hortalizas lleguen a su destino con rapidez y calidad. Destaca, en este sentido, el fuerte dinamismo en los tráficos con Latinoamérica, el norte de África y Europa.
Así se ha explicado durante la primera jornada de Fruit Attraction, en la que participan tanto Puertos del Estado como 16 Autoridades Portuarias. En total, los puertos españoles ponen a disposición del sector hortofrutícola casi 100 millones de metros cuadrados de superficie terrestre y áreas de depósito, cerca de dos millones de metros cúbicos en almacenes frigoríficos, conexiones reefer y casi 395.000 metros lineales de atraque.
A ello se añaden sus puestos de control fronterizo, que se han visto reforzados tras la entrada en vigor del nuevo modelo de servicios de control en frontera de mercancías, así como servicios fitosanitarios y soluciones logísticas integrales que completan la oferta. España es, además, el primer país de Europa en conectividad marítima, con más de 200 conexiones internacionales.
“España no solo es una potencia exportadora en productos hortofrutícolas, sino también un hub logístico privilegiado gracias a sus puertos. Desde aquí, las mercancías pueden llegar con rapidez a los principales mercados europeos y globales”, ha señalado el presidente de Puertos del Estado, Gustavo Santana, poniendo como ejemplo los servicios específicos desarrollados por los puertos para productos sensibles a la temperatura, y la tecnología de vanguardia en sistemas de frío, trazabilidad y control de calidad.
Igualmente, se ha puesto en valor el compromiso del sistema portuario de titularidad estatal con su estrategia de descarbonización, con proyectos de nuevos combustibles, conexiones OPS para reducir emisiones y sistemas de eólica marina. Asimismo, los puertos están inmersos en plena transformación digital para mejorar la eficiencia y la trazabilidad de toda la cadena de transporte.
