GSE y Cadena de Suministro han celebrado a mediados de junio, en paralelo al SIL 2025, la séptima edición de sus Encuentros Inmologísticos.
El evento ha contado lugar con la colaboración de Baker McKenzie y se ha articulado en dos mesas redondas que han tenido lugar en las oficinas de la compañía en Barcelonas.
Tras una primera enfocada en la empresa inmologística del futuro, la segunda de ellas se ha centrado en analizar de manera particular el impacto del complejo entorno económico y geopolítico actual, que plantea nuevos retos a la cadena de suministro global y, consecuentemente, también al desarrollo y construcción de nuevos activos logísticos.
En el debate moderado por Ricardo Ochoa de Aspuru, editor de Cadena de Suministro, han participado Miguel Zornoza, de Confluence, Alfonso Martínez, de Merlin Properties, Cristina Rodríguez, de P3 Logistic Parks, Laurent Jayr, de Panattoni, y Albert Arenas, de Baker McKenzie.
Para este grupo de expertos, la incertidumbre global, las nuevas regulaciones ESG, la digitalización acelerada y el reto demográfico están obligando a las empresas del sector inmologístico a redefinir no solo sus estrategias de inversión, sino también sus modelos de negocio, de atracción de talento y de sostenibilidad, con el fin de adaptarse a una actividad logística en perpetua mutación y que intenta adaptarse a un nuevo escenario de gran complejidad y con tendencias al alza, como el near shoring o la reorganización de flujos que implican las tensiones bélicas en diferentes zonas del planeta.
Relocalización y revalorización de activos
Así mismo, la mesa también ha puesto sobre el tapete la necesidad de impulsar la resiliencia en un contexto cada vez más imprevisible y que lleva a que la sostenibilidad no pueda abordarse de forma aislada, sino a que deba integrarse en toda la cadena de valor, equilibrando rentabilidad con responsabilidad.
Por otra parte, se evidencia una carencia alarmante de talento técnico especializado, como sucede en otros sectores y en otros países, así como una oportunidad de avanzar hacia modelos organizativos más colaborativos, que integren promotores, operadores y clientes desde las fases tempranas del diseño.
En este sentido, a juicio de la mesa, el futuro exigirá marcos contractuales más flexibles, estructuras financieras innovadoras y una apuesta decidida por la tecnología y la formación como ejes de competitividad.
Miguel Zornoza, de Confluence, ha insistido en la vertiente económica que tiene la sostenibilidad tanto en la inversión, como el desarrollo de activos logísticos. A su juicio, "el componente económico como factor sigue siendo factor fundamental".
Diversificación y sostenibilidad
A su vez, Alfonso Martínez, de Merlin Properties, se ha referido a la estragia de la socimi que, como ha explicado, se centra en "diversificar hacia un activo que creemos que tiene mayores yields, que tiene mucho más recorrido y en cuanto a la parte logística sacar lo que tenemos en balance".
Por otro lado, Cristina Rodríguez, de P3 Logistic Parks, ha analizado el equilibra que requiere compensar rentabilidad con sostenibilidad a largo plazo. A su juicio, "la clave está en verlo no como un coste, sino como una inversión a futuro y meter el capex ajustado efectivamente a lo que va a tener un retorno financiero".
Laurent Jayr, de Panattoni, ha echado un vistazo desde su posición a la evolución reciente del mercado inmologístico español, con más actividad en mercados secundarios, pero también con mayor dificultad para cerrar contratos en el actual escenario de incertidumbre. Para Jayr, la clave está en "pensar en su seguridad, pensar en los costes, en innovación y buscar la flexibilidad" de unos activos que tienen que adaptarse a los inquilinos que tengan a lo largo de su vida útil.
Tecnología, talento y aspectos legales
Al tiempo, también se ha abordado la vinculación cada vez más estrecha que existe entre el acceso a la financiación, elemento clave en el sector logístico, con las políticas de sostenibilidad, que son un elemento cada vez más tenido en cuenta a la hora de poder obtener créditos y otros productos para contar con los fondos para abordar proyectos con garantías.
Sin embargo, también se evidencia que los inquilinos no tienen la sostenibilidad de los activos como una prioridad, sino que se inclinan por otros valores como márgenes, costes o eficiencia, tal y como ha apuntado Gonzalo Prado, de Valfondo-Montepino.
En el plano legal, la mesa ha insistido en la necesidad de contar con administraciones proactivas, que eviten que las inversiones se canalicen hacia otras zonas por un alargamiento excesivo de los plazos que requieren los trámites administrativos, tal u como ha destacado Albert Arenas, de Baker McKenzie.
Por lo que respecta a las tecnologías, el grupo de expertos coincide en que la automatización es un proceso que no tiene vuelta atrás y que tiene múltiples implicaciones tanto para la operativa logística, como para el sector inmologístico, toda vez que condiciona la propia estructura de los activos, como la propia inversión que se destina, su vida útil y sus necesidades energéticas, entre otros aspectos.
