Crece la incertidumbre en el mercado de contenedores por la guerra entre Rusia y Ucrania

Los volúmenes que se mueven en el Mar Negro serán los más golpeados por esta crisis, mientras que las sanciones dificultarán el tráfico de contenedores en la zona del Mar Báltico.

14/03/2022 a las 18:38 h

La guerra entre Rusia y Ucrania podría tener un impacto significativo en el mercado del transporte de contenedores. Aunque aún es pronto para evaluar las consecuencias a largo plazo, hay dos cosas incontestables: el aumento de los riesgos y la incertidumbre en el mercado, y el gran flujo de caja con el que cuentan los operadores en 2022.

El índice de Drewry para el mercado de los contenedores ha perdido en las última semanas alrededor de un 6%, pues dos de las grandes navieras europeas, Hapag Lloyd y Maersk, han anotado una caída media del 13,5% a nivel interanual, empujándolo a la baja.

Sin embargo, el mayor porcentaje de sus pérdidas se ha registrado antes del 24 de febrero, concretamente el 9% para Maersk y el 14% para Hapag Lloyd, por lo que son atribuibles a otros factores específicos de cada compañía y no a la amenaza provocada por el conflicto entre Rusia y Ucrania. De hecho, tras la invasión, la caída ha sido del 3% y del 2% respectivamente.

No obstante, como en cualquier otro mercado, el precio de las acciones depende de la oferta y la demanda, y en este caso, en un momento en el que muchos mercados de todo el mundo empiezan a estar en números rojos, el sector de los contenedores sigue alcanzando cifras récord.

Maersk, por ejemplo, prevé entregar un dividendo por acción de 2.500 coronas danesas (336 euros) para el año fiscal 2021, muy por encima de las 330 (44 euros) de 2020. En este sentido, la consultora sostiene que a pesar de la inflación, los precios del crudo y otros problemas que sufre el sector, la mayoría de navieras cerrarán 2022 con sólidos resultados de nuevo.

Esto se explica porque continuarán los cuellos de botella en la cadena de suministro, incluido todo lo relacionado con la congestión portuaria, cada vez más operadores preferirán cerrar contratos a largo plazo, situándose en este momento las tasas a un nivel muy alto, y un porcentaje de buques más elevado de lo habitual tendrá que parar para tareas de mantenimiento porque muchos operadores las retrasaron en 2021.

Consecuencias a medio y largo plazo

Cuanto más se alargue la guerra, más impacto sufrirá la economía global, pues incluso aunque se llegue a una solución pronto, las sanciones impuestas contribuirán a un aumento de la inflación y una reducción del consumo. En este escenario, las importaciones se verían afectadas, lo que daría espacio a los operadores para aliviar la congestión en los puertos y los cuellos de botella.

En cualquier caso, existe aún mucha incertidumbre respecto a la duración del conflicto, el alcance de las sanciones, las consecuencias para la economía global y la inflación, y el impacto en la demanda de los consumidores. Lo único cierto es, precisamente, que aumentará la incertidumbre en el sector del transporte marítimo de contenedores.

Lo sucedido no implica en este momento una crisis para el transporte de mercancías por mar, pero afectará a los precios de las acciones de las compañías más expuestas al conflicto, como GLPR o HHLA, que tienen activos u operaciones en este entorno. Así, mientras el precio de las acciones de GLPR ha caído un 74,2% desde el 23 de febrero en la Bolsa de Londres, el de HHLA se ha reducido en un 15% en la de Frankfurt.

Por otra parte, al estar en el centro del conflicto, los volúmenes que se mueven en el Mar Negro serán los más golpeados por esta crisis, mientras que las sanciones dificultarán el tráfico de contenedores en la zona del Mar Báltico.

Por contra, los puertos de Extremo Oriente se beneficiarán ligeramente de la situación, al desviarse algunas cargas, pero el impacto de las sanciones y la devaluación del rublo afectarán negativamente a las importaciones.

 

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