Las autoridades aduaneras cumplen un papel primordial en lo que respecta a la seguridad y protección en la Unión Europea, ya que un sistema sólido y bien gestionado mantiene a la población a salvo frente a las posibles amenazas, al tiempo que fomenta y desarrolla empresas competitivas.
Por ello, la Comisión Europea ha adoptado un plan a largo plazo para impulsar la gestión de la Unión Aduanera, que el próximo año celebrará su 50º aniversario, con el fin de lograr una mayor cooperación entre las autoridades nacionales que contribuya a proteger el mercado único.
Entre las medidas comunes que se plantean, destacan las referentes al fomento del comercio y la seguridad fronteriza, así como la protección civil y la lucha contra el tráfico ilícito de armas o las mercancías falsificadas.
La Unión Aduanera se rige según el Código Aduanero de la Unión (CAU), que entró en vigor el 1 de mayo de 2016. Sin embargo, aunque las normas son las mismas en toda la UE, las autoridades aduaneras no siempre las aplican de manera coherente y uniforme, por lo que desde Bruselas pretenden lograr que todas actúen como una sola entidad.
También se busca reforzar la cooperación con otras autoridades de gestión de fronteras y seguridad, como la Guardia Europea de Fronteras y Costas, y Europol. Del mismo modo, las operaciones aduaneras de toda la UE deben tener acceso a los sistemas informáticos necesarios para gestionar simultáneamente hasta nueve declaraciones aduaneras por segundo.
Acuerdo sobre la aplicación del CAU
El trabajo de la Comisión en este sentido, se centrará en promover un acuerdo entre los países sobre la aplicación de la normativa, ayudar a las administraciones aduaneras a proporcionar un servicio más eficaz, mejorar y adaptar los sistemas informáticos, y fomentar mejores prácticas para facilitar que las autoridades nacionales cooperen y compartan información.
Por otro lado, se ha propuesto una actualización de la normativa para el control del dinero en las aduanas con el fin de frenar las actividades financieras ilícitas de grupos delictivos y terroristas.
El trabajo futuro se centrará igualmente en la gestión de los recursos humanos y financieros, así como en la provisión de equipamiento aduanero especializado, incluidos laboratorios móviles y escáneres de seguridad.