La reunión celebrada este miércoles 29 de marzo entre el Gobierno, la patronal de la estiba, Anesco, y los principales sindicatos de los estibadores españoles ha finalizado, al igual que las anteriores, sin acuerdo.
En busca del deseado acuerdo tripartito que permita contentar a todas las partes en la reforma de la estiba que España debe acometer, patronal y sindicatos han alcanzado un principio de acuerdo que el Gobierno no ha respaldado.
Tras el encuentro, tanto los trabajadores como las empresas han mostrado su "sorpresa" por el hecho de que la Administración haya rechazado el pacto sectorial que venía demandando.
El acuerdo recoge la subrogación por ley de los trabajadores, algo a lo que el Gobierno se ha opuesto desde el principio de la negociación. También pide ayudas públicas para que las empresas compensen el distinto coste laboralque supondrán los estibadores subrogados respecto a nuevas contrataciones.
Para el secretario de Estado de Infraestructuras, Julio Gómez-Pomar, se trata de "dos medidas contrarias a la normativa europea, al sistema legal de relaciones laborales y al sentido común". Sin embargo, desde los sindicatos insisten en que se pueden cumplir con las demandas de Europa de forma distinta a la que plantea el Gobierno.
Las "contradicciones" de Fomento
Desde el sindicato Coordinadora han señalado las "contradicciones" en las que ha incurrido el secretario de Estado, al instar a los distintos actores a ponerse de acuerdo para que se pudiera regular la subrogación, "y ahora que existe este documento consensuado dice que no es posible recogerla en una norma porque sería contrario a lo que pide Europa".
El principio de acuerdo en el sector contempla asimismo un periodo transitorio para optimizar las plantillas en todos los puertos a través de jubilaciones obligatorias, para todos aquellos estibadores que cumplan los requisitos de antigüedad y años cotizados, y voluntarias para los que les falten sesenta meses para jubilarse.
Del mismo modo se incluyen distintas medidas orientadas a la mejora en la productividad y competitividad de los puertos, como la reducción de un 10% de la masa salarial o la reorganización de las manos de trabajo en aquellos enclaves en los que sea necesario.
Por su parte, desde Anesco aseguran que el acuerdo "recoge cuestiones positivas para el sector en relación con las medidas organizativas y productivas, así como respecto a las garantías en la continuidad en el empleo de los actuales trabajadores".
Por ello, la patronal espera que esta situación "pueda ser reconducida a la mayor brevedad posible" por el Gobierno. En este sentido, el presidente del CES, Marcos Peña, presentará este jueves un acuerdo de mediación con el fin de reconducir la situación y analizar la posibilidad del acuerdo.