La Autoridad Portuaria está trabajando en diversos proyectos europeos relacionados con el cambio de los combustibles fósiles a otros más limpios.
La lucha contra el cambio climático y la reducción de las emisiones de CO2 y de otras partículas contaminantes centrará gran parte de las inversiones y actuaciones de la Autoridad Portuaria de Valencia durante los próximos años.
Entre 2008 y 2016, el tráfico ha crecido un 24%, pero su huella de carbono se ha reducido un 17%, pasando de 3,12 toneladas de CO2 por tonelada movida a 2,58. El puerto valenciano fue el primero de España en inscribir sus datos en el registro creado por el Ministerio de Transición Ecológica y también el primero a nivel mundial en la medición de su huella de carbono bajo el estándar ISO 14064-1:2006.
Esta metodología, que promueve el proyecto europeo Climeport, consiste en la medición de las emisiones en el puerto en su conjunto, las actividades portuarias, los servicios y procesos, y el equipamiento. Las emisiones del puerto ascienden a 166.000 toneladas de CO2 anuales, de las cuales el 45% provienen de los buques, el 25% de las terminales portuarias, el 12% del transporte terrestre y el 18% de otras actividades.
Actualmente, la Autoridad Portuaria está trabajando en diversos proyectos europeos relacionados con el cambio de los combustibles fósiles a otros más limpios, como los GAINN y el Core LNGas hive, cuyo objetivo es implantar el uso de GNL en los puertos.
Igualmente, está trabajando en el llamado H2Ports, financiado a través del programa H2020. Por otro lado, está estudiando la implementación de energía fotovoltaica y eólica en la ampliación norte del puerto.