La debilidad en la demanda afecta a los volúmenes globales de carga aérea en octubre

La debilidad en la demanda y el parón generalizado en las exportaciones afecta a los volúmenes globales de carga aérea en octubre.

30/11/2022 a las 21:49 h

La debilidad en la demanda y la reducción de las exportaciones a escala global, salvo en China y Corea de Sur, están afectando a los volúmenes de carga aérea mundiales.

En este sentido, la organización internacional estima que la demanda de este transporte ha descendido un 13,6% anual en octubre, con un retroceso de un 13,5% para las operaciones internacionales.

A su vez, la capacidad se coloca un 0,6% por debajo de la de hace un año y, sin embargo, para operaciones internacionales es un 2,4% superior a la de octubre de 2021.

Iata estima que el segmento de carga aérea sigue mostrando una gran resiliencia, toda vez que la preparación de la temporada alta de consumo de fin de año ha contribuido a que la capacidad de la carga aérea haya aumentado un 2,4% entre septiembre y octubre.

Evolución por zonas geográficas

Por zonas geográficas, en Asia y el Pacífico ha caído la demanda de carga aérea internacional un 14,7% anual en agosto, con la capacidad internacional descendiendo un 2,8% anual.

En Europa, la demanda, afectada de manera especial por la situación bélica en Ucrania por cuarto mes consecutivo, así como por la escasez de personal y la presión inflacionista, especialmente en Turquía, ha perdido un 18,8% en comparación con agosto del año pasado, mientras que, a su vez, la capacidad se ha reducido un 5,2%.

En cuanto a América del Norte, la demanda ha caído un 8,6% con relación a hace un año, mientras que, al tiempo, la capacidad internacional en esta zona ha ascendido un 2,4%. A su vez, en Iberoamérica, la demanda ha disminuido un 1,4% en comparación con hace un año, mientras que la capacidad aumenta un 19,2%.

Por último, en Oriente Medio, los volúmenes de carga internacional han perdido un 15% anual, con la capacidad elevándose un 1% con respecto a octubre de 2021. En África, la demanda ha caído un 8,3% en el período, mientras que, al tiempo, la capacidad cae un 7,4% anual.

 

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