Aunque los camiones de cero emisiones están ya listos para dar el salto al mercado, es necesario establecer el marco adecuado para garantizar que los operadores de transporte abracen por completo el cambio.
Los profesionales del transporte utilizan los vehículos industriales como sus herramientas de trabajo, y como tal, estos deben ser comercialmente viables y un negocio rentable. Ningún operador invertirá en vehículos de cero emisiones que no puede recargar o repostar, explican desde la Asociación Europea de Fabricantes de Vehículos.
Los primeros camiones eléctricos a batería dependerán de la carga en el depósito y deberán recargarse regularmente en la base de operaciones, pero para lograr un verdadero avance en operaciones de larga distancia, es necesaria una densa red de estaciones accesibles al público.
Se estima que para 2027, el 10% de las paradas más utilizadas por los camiones en Europa estarán equipadas con puntos de cargay un número adecuado de estaciones de servicio de hidrógeno. Para 2030, se necesitará una red completamente operativa.
El riesgo actual es que la infraestructura sea, de hecho, un cuello de botella que ralentice significativamente la llegada al mercado de camiones de cero emisiones. Por ello, los Estados miembros de la UE deben ponerse de acuerdo sobre el establecimiento de objetivos vinculantes y ambiciosos para el despliegue de la infraestructura.
Desde Acea, creen que es necesaria una política que aliente a los operadores de transporte a invertir en nuevos vehículos, que sistemáticamente desincentive el uso de combustibles fósiles e incentive efectivamente el de vehículos de cero emisiones.
Algunas de las medidas ya están disponibles, como la Euroviñeta, pero el Parlamento y el Consejo aún deben acordar otros, como un sistema de fijación de precios del carbono que incluya el transporte por carretera.