El objetivo es que las composiciones de 750 metros puedan circular por las vías portuguesas en el primer semestre de 2020.
La futura línea ferroviaria entre Oporto y Vigo tendrá capacidad para que puedan circular trenes tanto eléctricos como diésel de hasta 750 metros de longitud. Así lo han señalado desde la administración portuguesa, que busca adaptar esta conexión al futuro estándar europeo, según recoge el diario Atlántico.
El objetivo es que las composiciones de 750 metros puedan circular por las vías portuguesas en el primer semestre de 2020. No obstante, el nuevo corredor, de especial interés para el transporte de mercancías, tendrá capacidad para acoger este tipo de trenes también en su vertiente ibérica, pese a que en España aún no tienen estas dimensiones.
De momento, el organismo público Infraestructuras de Portugal trabaja en el desarrollo de una estación en la localidad de Valença do Minho, destinadoa al servicio transfronterizo de mercancías, y a finales de 2019 espera tener lista la línea desde Oporto a esta región.
Las intervenciones previstas incluirán la electrificación de toda la línea para que puedan utilizarla tanto locomotoras diésel como eléctricas. Se espera que de este modo, el trayecto entre las dos localidades se reduzca a 90 minutos, frente a las dos horas y 10 minutos actuales.
Respecto a España, en noviembre se conocía que las autoridades viguesas podrían acceder a fondos europeos para impulsar una nueva conexión con Portugal a través de Oporto, todo ello a pesar de que la Comisión Europea no contempla que el Corredor Atlántico pase por Vigo ni por ningún otro puerto gallego.