En España, se devuelve una de cada tres prendas compradas a través de Internet. Estos artículos pueden llegar a representar hasta el 40% del stock de algunas marcas y el 50% no vuelve a ponerse a la venta con el mismo valor.
Solamente desde el punto de vista operativo, la devolución puede suponer una reducción del 30% del valor de la mercancía, según iF Lastmile, que explica que algunas tiendas están valorando aplicar costes adicionales, endurecer las condiciones de las devoluciones o penalizar a los consumidores que son reincidentes.
Sin embargo, estas acciones pueden convertirse en una barrera, pues nueve de cada diez clientes no volverá a comprar en una web tras una mala experiencia con una devolución.
En la búsqueda de una solución, la optimización del proceso logístico ejerce un papel fundamental, por lo que esta compañía logística ha identificado algunas prácticas que generan ineficiencias en la logística inversa.
Entre ellas, unos plazos de recogida demasiado amplios, pues la logística inversa todavía es demasiado lenta, pudiendo prolongarse el proceso total entre 11 y 15 días de media. A ello se añade el hecho de que muchas recogidas no se programen, lo que hace menos eficientes las rutas de reparto y genera costes adicionales.
Otro fallo común es integrar la gestión de las devoluciones dentro de la estructura general de envíos, pues dado el volumen que representa, exige de una gestión específica y profesionalizada. Además, la falta de digitalización de los procesos también impide el seguimiento pormenorizado de los artículos devueltos y dificulta la toma de decisiones.
Por otra parte, la logística inversa que se apoya en centros de validación situados en el extrarradio resta flexibilidad y agilidad a la operativa. También es preciso contar con una estrategia específica para el empaquetado de los artículos a devolver, que suele ser fuente de problemas cuando no se planifica adecuadamente.
Por último, la existencia de diferentes intermediarios mal interconectados genera una falta de control o responsabilidad sobre el proceso, que se traduce en sobrecostes y retrasos, pero también en un aumento de la incidencia de los robos.
