En un mercado de tasas de carga de contenedores marcado por las turbulencias, con unos precios astronómicos que han dado paso a fuertes descensos, los cargadores buscan ahora recuperar el control de unas cadenas de suministro impredecibles.
Según la última encuesta de Xeneta, volver a los contratos vinculados a los índices, ILCCs por sus siglas en inglés, sería el paso adelante más obvio. Alrededor del 76% de los cargadores respondió que le gustaría utilizarlos para aprovechar mejor la capacidad, siendo exactamente la misma proporción la que dice no utilizarlos actualmente.
Centrándose en los que sí lo hacen, el 12% lo hace para gestionar hasta el 25% de su carga, el 6% para el 50-75% y el 6% final para más del 75%. Respecto a aquellos que piensan apostar por los ILCCs en el futuro, se muestran cautos, con la mayor proporción, un 36%, planteándose destinar el 25-36% de la capacidad a estos contratos.
Mientras, un 20% de los clientes de Xeneta quieren gestionar entre el 25% y el 50% de la capacidad de esta forma, el 8% apunta a entre un 50% y un 75%, y el 12% final a más del 75%.
Evitar renegociaciones
Todas estas cifras son, según Xeneta, indicativas de una comunidad de cargadores ansiosa por un cambio. El enorme crecimiento de las tasas desde que comenzó la pandemia parece estar diluyéndose, y tanto las tasas 'spot' como los contratos a largo plazo parecen seguir la misma tendencia.
Esto supone renegociaciones periódicas para cargadores y navieras, normalmente lentas e ineficientes, en las que nunca se está seguro de si está obteniendo el valor adecuado para su negocio.
La forma obvia de remediar esto es reemplazar los acuerdos de tasa fija con contratos ILCC, que se ajustan automáticamente en función de un índice establecido, como el XSI de Xeneta.
Dado que muchos de los clientes de la consultora ya confían en los datos de tarifas de fletes para las negociaciones de contratos, este es el siguiente paso natural para ganar previsibilidad, valor y, en un mercado en constante fluctuación, una mayor sensación de control.
En la encuesta también se preguntó si la supresión anticipada del 50% de las escalas programadas desde el Lejano Oriente a Norteamérica para apuntalar la caída de las tarifas, les afectaría.
Los cargadores parecen tranquilos al respecto, con un 26% asegurando que no se vería afectado en absoluto y un 43% anticipando alguna disrupción, pero no un problema importante. Sin embargo, el 9% admitió estar sufriendo aplazamientos en el transporte de sus cargas y el 22% espera disrupciones significativas.
