El Valencia Containerised Freight Index ha cerrado el ejercicio 2022 en los 3.603,07 puntos, con una caída con relación a 2021 de un 11,3%, según los datos dados a conocer por la Autoridad Portuaria de Valencia esta misma semana.
Al tiempo, con respecto al inicio de la serie histórica en enero de 2019, el indicador registra un crecimiento acumulado de un 260,31%.
Con más detalle, durante todo 2022, el VCFI ha presentado un comportamiento diferenciado en dos etapas. Hasta agosto, el índice ha venido registrando sucesivos incrementos mensuales hasta alcanzar su nivel récord en 4.918,77 puntos.
Sin embargo, a partir de septiembre se observa una acentuada caída en los fletes de exportación hasta cerrar el ejercicio 2022 con 3.603,07 puntos, con una tendencia a la baja que se prolonga en los primeros meses de este año 2023.
Caídas en todas las áreas geográficas
Por zonas geográficas, los principales sub-índices del VCFI han tendido a crecer durante el primer semestre del 2022, mientras que en la segunda mitad del ejercicio la bajada en los niveles de los fletes es generalizada para las tres áreas, en línea con la evolución del VCFI a nivel global.
En concreto, en el caso del Lejano Oriente, el indicador ha acabado el año en 2.372,04 puntos, un 36,6%por debajo del dato de diciembre de 2021, con una tendencia a la baja que continúa en el inicio de 2023 y que refleja la ralentización generalizada en la economía china a raíz de los cambios en los patrones de consumo mundiales después de la pandemia y de la reducción de la demanda en el país asiático.
A su vez, en el Mediterráneo Occidental, el VCFI ha finalizado el ejercicio 2022 en los 1.897,94 puntos frente a los 2.117, 26 de 2021, lo que supone una disminución del 10,4%. En este caso, la tendencia también se mantiene en los cuatro primeros meses de 2023.
Según el análisis de los responsables portuarios valencianos, la evolución anual del VCFI refleja que en 2022 las navieras han mantenido una alta capacidad desplegada para satisfacer la demanda en la primera mitad del año, empleando casi todos los buques disponibles, de modo que la flota comercialmente inactiva se ha mantenido en mínimos y restringida en la mayoría de los casos a causas operativas.
Por contra, durante el segundo semestre del año, el debilitamiento de la demanda de carga y las reiteradas cancelaciones de servicio, junto con la celebración del Año Nuevo chino han provocado un aumento significativo de la inactividad de los portacontenedores.
Por otra parte, tras dos años de congestión portuaria generalizada, los tiempos de espera han mostrado claros signos de mejora en el segundo semestre de 2022, mostrando una tendencia a la baja en China, Estados Unidos y Europa, aunque no se han llegado a alcanzar las cifras prepandemia.
