El conflicto que se ha estado viviendo durante los últimos meses en los puertos de la costa oeste de Estados, entre los 20.000 estibadores que trabajan en los mismos y las empresas que operan en estas terminales, se ha agravado en la última semana, en un cruce de mensajes y amenazas que han terminado con la suspensión de los servicios a buques portacontenedores durante el próximo fin de semana.
Así, desde Pacific Maritime Association (PMA), organización que negocia en nombre de las empresas afectadas en el conflicto, es decir, navieras y operadoras, han anunciado este miércoles 11 de febrero la suspensión de los servicios de carga y descarga de buques portacontenedores durante los días 12, 14, 15 y 16 del presente mes de febrero, tras el paro que tuvo lugar el pasado fin de semana.
El principal motivo de este paro es que los estibadores continúan desacelerando el ritmo de trabajo en las terminales, provocando las congestiones en los puertos de la costa oeste estadounidense, algo que, según denunciaron desde PMA también el pasado 4 de febrero, vienen haciendo durante los últimos tres meses, lo que ha conllevado disminuir la productividad de las instalaciones hasta un 50%, según cifras de la organización.
Además, también informaron durante la primera semana de su propuesta de aumentar los salarios de los trabajadores un 3%, no sin antes recordar que estos ya ganan de media unos 147.000 dólares (130.000 euros) al año, sobre el contrato que se comenzó a debatir hace ocho meses y que ha traído consigo toda la situación actual.
Ahora, tras criticar que las acciones del sindicato ILWU, que representa a los estibadores en esta negociación, indican que el mismo no tiene intención de llegar a un acuerdo, afirman "que no tiene sentido pagar más por menos", por lo que se han eliminado jornadas en las que los trabajadores recibirían primas al ser festivas.
La defensa de los estibadores
Por su parte, desde la ILWU también se han defendido durante la última semana de las acusaciones de las empresas. Así, el pasado 5 de febrero, denunciaron que desde PMA estaban "distorsionando los hechos", indicando sobre las declaraciones de la organización del día anterior que "la intensificación de la retórica es esta parte de la negociación es contraproducente e innecesaria".
En este sentido, acusaron a la organización de dejar barcos en el mar "mientras aseguran que no hay espacios en los muelles", cuando hay "acres de asfalto y cientos de trabajadores esperando para descargar los buques", por lo que afirman que los empleadores están agravando a propósito esta situación para "ganar en la mesa de negociación".
Con el fin de acompañar con pruebas estas sentencias, desde el sindicato han venido aportando durante la última semana fotos que, aseguran, son actuales y demuestran el espacio libre en puertos como los de Los Ángeles y Long Beach, donde se hace a los buques esperar para ser descargados.
La situación actual
Más allá de las demandas cruzadas y las acusaciones, la realidad es que los servicios portuarios de estiba se detendrán estos cuatro días en 29 puertos que gestionan en torno al 25% del comercio internacional del país.
Entre los puertos más afectados por el conflicto laboral se encuentran las instalaciones de Oakland, Seattle o Tacoma, donde las navieras deben esperar largas colas para que sus contenedores sean descargados.
Como dato anecdótico de lo que la rotura de este eslabón de la cadena de suministro representa para toda la cadena logística, cabe destacar que Mc Donald's, compañía que destaca por su operativa logística, informaba el pasado mes de diciembre del racionamiento de patatas fritas en Japón como consecuencia de no poder enviar las mismas por vía marítima a causa de este conflicto.