En caso de que el Ministerio no tenga que quedarse con las autopistas, se libraría de afrontar un pago de hasta 5.000 millones de euros.
El Ministerio de Fomento contempla volver a sacar a concurso público las autopistas de peaje quebradas que eventualmente tenga que rescatar, en lugar de quedárselas y gestionarlas a través de una empresa pública.
Así lo ha afirmado el ministro de Fomento, Iñigo de la Serna, durante el desayuno informativo del Colegio de Ingenieros de Caminos, en el que ha afirmado que su departamento sigue trabajando y preparándose para el supuesto de que finalmente alguna de las ocho autopistas en quiebra revierta al Estado.
En concreto, de la Serna ha declarado que se están organizando para decidir qué departamento se encargaría de su gestión, establecer cómo cobrar y gestionar los ingresos por peaje y desarrollar el proceso necesario para volver a licitarlas.
Durante la jornada, el ministro ha confirmado que el plazo del 1 de julio inicialmente fijado para quedarse con las dos primeras vías que han caído en liquidación, las radiales R-3 y R-5, se encuentra "actualmente en el aire".
Dicho plan de liquidación se encuentra a día de hoy pendiente de que la Audiencia Provincial de Madrid se pronuncie sobre los recursos que elevaron contra él tanto la empresa concesionaria, participada por Abertis y ACS, como Fomento.
Este fallo puede ser "inminente" y emitirse en la misma línea al recientemente fallado sobre otra de las autopistas, la circulación de Alicante, cuya liquidación ha sido anulada.
En caso de que el Ministerio no tenga que quedarse con las autopistas, se libraría de afrontar un pago estimado de hasta 5.000 millones de euros. Ante esta posible coyuntura, de la Serna ha manifestado que el impacto de estas infraestructuras en el déficit "puede ser muy concreto y limitado dado que este año es el más complicado".