Las declaraciones de Tradime se oponen a las afirmaciones de Astic, que ha tildado la propuesta de "cínica".
La Asociación Empresarial de Transportes Discrecionales de Mercancías de Aragón, Tradime, ha denunciado la postura del Gobierno de España de rechazar unirse a la 'Alianza del transporte por carretera', iniciativa firmada por nueve países europeos contra el 'dumping social' y el fraude en el transporte.
La alianza, impulsada por Francia y secundada por Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, Italia, Luxemburgo, Noruega y Suecia, tiene el objetivo de fomentar una competencia en condiciones de igualdad entre los diferentes actores económicos que permita garantizar los derechos sociales de los trabajadores, buscando soluciones conjuntas para luchar contra la competencia desleal que afecta al sector.
Desde Tradime han declarado sentirse "francamente indignados" por la decisión de España de no respaldar esta alianza, y han manifestado que entienden que "el Gobierno español no es sensible a todo lo que conlleva el dumping social y que con esta decisión se aleja de los derechos de trabajadores y empresas de transporte del país".
La asociación ha señalado que "hay países que que llevan varios años legislando para proteger sus mercados del dumping social", un delito económico que se caracteriza por ofrecer productos o servicios más baratos que la competencia"gracias a una mano de obra a precio de explotación, con condiciones laborales abusivas y bajos salarios".
Por ello, advierten de que quedarse fuera de esta alianza, que también contempla la defensa de instaurar un salario mínimo para el transporte en Europa, puede "provocar un efecto llamada para los transportistas de terceros países que trabajan con condiciones laborales de sus países de origen, provocando un incremento de la competencia desleal en España".
Discrepancias en el sector
La Asociación considera que esta alianza es "necesaria e imprescindible para luchar contra las empresas que abusan de las condiciones laborales de sus trabajadores", una afirmación que se opone a las declaraciones de la Asociación de Transporte Internacional de Carretera, Astic, que ha tildado la iniciativa de "cínica".
Los representantes de Astic han alertado de que esta colaboración se ha llevado a cabo de forma unilateral por los ministros de transporte de los nueve países que conforman la alianza, que representan el 40% del PIB europeo y que, según Tradime, se han situado a favor de un mercado único después de “haber actuado en sentido completamente opuesto”.
Así, han recordado que cinco de los nueve firmantes han emitido leyes proteccionistas “independientes, descoordinadas y heterogéneas que están bajo procedimiento de infracción de la Comisión Europea" y han señalado que en esta alianza no han estado representados una amplia mayoría de los Estados Miembros de la Unión.
Por su parte, desde la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte por Carretera, Fenadismer, han lamentado que España no se haya sumado a la iniciativa, ya que "comparten todos los objetivos" de la misma, y han reclamado al Gobierno la trasposición urgente a la legislación española de la Directiva europea sobre desplazamiento de trabajadores.