El transporte vive momentos complicados, con una incierta evolución de los volúmenes, pero en un claro escenario de incremento de costes, mientras que los precios, por su parte, no crecen en igual medida.
Durante todo el pasado 2022, se movieron un total de 1.588.190.830 toneladas de mercancías por carretera en España, un 2,37% menos que un año antes.
De ese volumen total, 1.492.884.490 toneladas han correspondido a transporte nacional, con una caída anual de un 2,8%, mientras que las 95306,340 toneladas restantes corresponden a tráficos internacionales, que han registrado un incremento anual de un 4,9%.
Si en este último caso el impulso viene de las importaciones, en el caso de los servicios nacionales, la mayor caída se ha producido en los movimientos de mercancías que se registran dentro de los municipios españoles, es decir, en los servicios de reparto urbano y de última milla.
Pese a todo, España se habría colocado el año pasado como el cuarto mercado más importante para el transporte de mercancías por carretera del Viejo Continente, con un volumen de un 9,35% sobre el total, solo por detrás de Alemania, el Reino Unido y Francia, según un análisis de Transport Intelligence.
Sin embargo, frente a esa caída anual en 2022, el primer trimestre de 2023se ha abierto con un crecimiento de los volúmenes movidos por carretera en España de un 11,16%, para sumar un total trimestral de 417.513.650 toneladas.
De manera particular, el transporte nacional se ha incrementado un 11,84% anual en el período, para sumar un volumen de 391.345.460 toneladas, mientras que el internacional crecía a menor ritmo, un 1,91% anual concretamente, para totalizar 26.168.190 toneladas trimestrales.
Así pues, de unos datos y de otros se coligen tendencias contrapuestas,tal y como dejan prever los análisis para lo que queda de 2023.
La evolución de los volúmenes en el transporte frigo
De manera particular, el transporte de productos agrícolas y alimenticios ha sumado el pasado 188.363.413 toneladas anuales,un 1,32% más que en 2022
En esta misma línea, estos tipos de mercancías suman en el primer trimestre de 2023, último registro estadístico dado a conocer hasta la fecha de elaboración de este artículo, 112.250.420 toneladas,con un débil crecimiento anual de un 0,57% con relación a los tres primeros meses del año pasado.
En este sentido, tras un segundo trimestre alineado en cierto modo con el primero, según diversos analistas, puede llegar una segunda mitad de año más comprometida y, sobre todo, más imprevisible.
Es de esperar que, una vez pasado el calentamiento de la economía que provoca la combinación de unas Elecciones Generales y de la temporada veraniega, la persistencia en las incertidumbres económicassuponga un alto grado de desgaste para la economía española.
Además, en el caso del transporte frigorífico, la sequía de este año parece haber reducido significativamente la producción hortofrutícola española, con la consiguiente merma en viajes para los transportistas de este segmento.
Sin embargo, parece que, al mismo tiempo, las sombrías previsiones que se manejaban hasta hace unos meses parecen haber quedado atrás y ahora los pronósticos son algo más optimistas.
En este contexto, esta misma tendencia parece que se reflejará, según el estudio, en la evolución del mercado europeo de transporte de mercancías este 2023, para el que se prevé un crecimiento aún menor que el de 2022, de un 1,4% anual en concreto para este 2023,con lo que su volumen terminará el ejercicio en los 456.714 millones de euros, de acuerdo con las cifras que maneja Transport Intelligence.
En esta evolución influirán circunstanciascomo la espiral inflacionista, el endurecimiento de las condiciones financieras y la debilidad de la demanda.
A más largo, plazo, el informe apunta a una media de crecimiento anual para el transporte de mercancías europeo de un 2,3% en el período que llega hasta 2027,año en que tendrá un perímetro de 504.959 millones de euros.
Con más detalle, parece que el transporte internacional crecerá a mayor ritmo que los servicios nacionales. En concreto, el internacional mantendrá un ritmo anual de un 2,6% hasta 2027, con lo que su volumen ese año será de 158.804 millones de euros, mientras que el nacional aumentará una media de un 2,2% anual hasta los 340.974 millones de euros en 2027.
Sin embargo, las incertidumbres que penden sobre el panorama político y económico en Europa dificultan un pronóstico que puede verse condicionado hasta 2027 por la evolución de la crisis bélica en Ucrania, así como por la evolución de la inflación y su impacto sobre los costes del transporte.
Los costes
Por otra parte, los Observatorios de Costes del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana calculan que los costes totales anuales de un vehículo frigorífico articulado ascienden, a fecha de 30 de abril de 2023, a 164.286,95 euros, un 4,57% por debajo de los 172.150,37 euros anuales de finales de abril del año pasado.
Con más detalle, 154.260,05 euros anuales han correspondido a costes directos en 2023 y 10.026,90 euros anuales a costes indirectos.
Particularmente, para los vehículos articulados frigoríficos el porcentaje de los costes que representan los abonos salariales del personal de conducción ha ganado peso hasta colocarse en un 19,6% del total, mientras que el coste del combustible ha perdido terreno y supone un 33,5% de los costes totales anuales de estas unidades.
A su vez, el coste del kilómetro ha pasado de los 1,4346 euros de abril del año pasado a los 1,3691 euros del mismo mes de este ejercicio.
Del mismo modo, los costes anuales de los vehículos frigoríficos articulados en transporte internacional también han visto un descenso en sus costes de un 1,55%, según Transportes, hasta colocarse este 2023 en los 231.026,46 euros.
Todo ello pese a que entre abril de 2022 y el mismo mes de este año se han incrementado los costes de las dos principales partidas de gasto para las empresas de transporte, como son los salarios de los conductores y el combustible, que se han colocado, respectivamente, en sendos porcentajes de un 15,5% y de un 32,4% del total de costes para este tipo.
Concretamente, los costes directos en este tipo de conjunto han sido de 216.926,25 euros anuales, mientras que los indirectos sumaban 14.100,21 euros al año.
Al tiempo, el coste del kilómetro quedaba en abril de este año en los 1,5402 euros, frente a los 1,5645 euros de hace un año.
En esta misma línea, los datos del último Observatorio de Precios del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana dan cuenta de que la brecha existente entre costes y preciosen el transporte se está ampliando desde el segundo trimestre de 2022.
Así pues, en el primer cuarto del año pasado, los registros oficiales reflejan que el índice de coste por kilómetro en un vehículo articulado de carga general estaba 27 puntos por encima del indicador de precio medio por kilómetro con carga, un trimestre después este diferencial se agrandaba hasta los 35,5 puntos.
Desde entonces, la brecha se mantenía en los 35,4 puntos en el tercer trimestre de 2022 y subía hasta los 36,8 puntos en el último cuarto del pasado ejercicio.
Finalmente, el diferencial volvía a cerrarse hasta colocarse en los 33,3 puntos para el período que va de enero a marzo de este 2023, como consecuencia de la bajada trimestral que se producía tanto en los precios que perciben los transportistas, como en sus costes.
En consecuencia, las estadísticas de Transportes reflejan que entre el primer trimestre de 2022 y el mismo tramo de 2023 los costes han crecido más que los precios.
En concreto, mientras que el índice de coste por kilómetro en un vehículo articulado de carga general se ha incrementado en ese período en 20,3 puntos, el de precio medio por kilómetro con carga ha aumentado en catorce puntos. Son 6,3 puntos de diferencia.
