La Federación mantiene las gestiones a todos los niveles para ultimar temas abiertos antes de la aprobación del texto definitivo de la nueva normativa aduanera y tributaria.
El objetivo del Grupo Arola e IFAEO es impulsar la formación especializada en torno a la figura del Operador Económico Autorizado y fortalecer la seguridad de la cadena de suministro a través de la cooperación institucional.
Autoridades nacionales, instituciones europeas, organismos internacionales y empresas se han dado cita en el congreso sobre “La colaboración aduanera internacional en la era digital”, celebrado en el marco del SIL.
Se espera la asistencia de más de 250 profesionales del sector aduanero, la logística y el comercio exterior, que a lo largo de tres días, tendrán la oportunidad de debatir sobre las principales preocupaciones existentes en este ámbito.
En recientes contactos mantenidos con altos funcionarios la UE en Bruselas, el presidente del Consejo, Antonio Llobet, acompañado del vicepresidente tercero, Martín Visiers, y el secretario, Manuel López Frías pudo conocer el contenido de la nueva normativa, que podría aprobarse antes de finalizar el año.
Entre los temas que se abordarán en el Congreso Internacional, figuran la digitalización de los procesos aduaneros, el uso de inteligencia artificial y blockchain, la seguridad de los datos, y los modelos de cooperación internacional.
El servicio de DSV está especialmente diseñado para facilitar los trámites tanto a empresas con experiencia en comercio exterior como a aquellas que se inician en la importación o exportación, proporcionando acompañamiento integral y soporte internacional durante todo el proceso.
Los representantes del sector han comunicado una larga lista de deficiencias, como la incompatibilidad de programas, fallos del sistema, lentitud de la plataforma, retrasos en las respuestas, dificultades en la tramitación, limitaciones en la capacidad de los ficheros y falta de inspectores, entre otros.
Desde Feteia-Oltra, que ha constatado un descenso de la actividad en las operaciones de comercio exterior con Estados Unidos, han planteado también sus propuestas para la reforma del Código Aduanero de la Unión, entre otros asuntos.
Desde el Consejo General de Agentes de Aduanas y Representantes Aduaneros consideran que estas disfunciones deben corregirse urgentemente para garantizar un proceso de inspección aduanera ágil, coordinado y fiable.
Si bien la propuesta de la Comisión introduce algunas mejoras y reduce ciertos trámites administrativos, Clecat, a la que pertenece el Consejo, considera que persisten obligaciones "innecesariamente gravosas" para los operadores.
La reforma del Código Aduanero de la Unión es el tema que más preocupa en la actualidad al Consejo, que sigue defendiendo los intereses del sector ante las autoridades y velando por el futuro de los agentes de aduanas y representantes aduaneros.
Esta tecnología ha evolucionado rápidamente y ahora se puede aplicar a actividades críticas en aduanas y logística, dos áreas conocidas por su complejidad y volumen de operaciones.
Es una reivindicación que viene reiterando la Federación desde que, a raíz de la pandemia, se comenzó a sufrir una pérdida de la relación entre ambas partes, que se tradujo en un empeoramiento del procedimiento de despacho.
El sistema, que sustituirá al actual envío de ENS, marca una transformación importante al exigir información anticipada sobre las cargas destinadas a la Unión Europea.
El CGAA está trabajando ya junto a las organizaciones internacionales Confiad y Clecat para que las cuestiones más lesivas para el sector aduanero puedan ser planteadas y enmendadas.
El presidente del Consejo General de Colegios de Agentes de Aduanas ha denunciado en el encuentro los perjuicios que tendrá la reforma del Código Aduanero de la Unión, que entrará en vigor en 2028.
Los agentes de aduanas han puesto de manifiesto los riesgos que entraña la eliminación de los controles aduaneros y la frontera física con El Peñón, como el impacto que tendrá sobre las plantillas de las agencias, las empresas y los operadores logísticos.
Los profesionales del sector en esta zona sufren una situación particularmente difícil desde que en 2018 Marruecos cerrara unilateralmente la aduana comercial de Melilla y restringiera drásticamente los tránsitos en la de Ceuta.