Una de cada dos furgonetas eléctricas vendidas en 2023 en España fue una Ford E-Transit. Con un 54,9% de cuota de mercado, el vehículo comercial cero emisiones de Ford Pro se ha situado a la cabeza en este segmento.
Además, la E-Transit supuso más del 50% de las ventas de furgonetas eléctricas de dos toneladas en Europa, ayudando a la marca a situarse por noveno año consecutivo en primera posición en el mercado.
Recientemente, ha llevado a cabo una investigación junto a Reuters que revela que, aunque la mayoría de las empresas consideran comprar una furgoneta eléctrica en los próximos dos años, una parte el 46% seguiría eligiendo un modelo diésel.
A pesar de sus beneficios en el campo de la sostenibilidad, la reputación empresarial y a nivel económico, muchas empresas aún desconfían de la electrificación. Sin embargo, la nueva E- Transit, por ejemplo, podría amortizarse en un periodo de 2,1 años.
Para llevar a cabo este cálculo, se han tenido en cuenta el precio de compra, los menores costes energéticos y de mantenimiento, así como el mayor valor residual. Los vehículos eléctricos también tienen una menor carga fiscal que los de combustión y están exentos de las restricciones de acceso existentes en algunas ciudades.
Beneficios de los vehículos eléctricos
Según Ford Pro, los operadores que se pasen al vehículo eléctrico en España podrían alcanzar el umbral de rentabilidad 2,1 años después de la compra. Las ayudas a la compra podrían acortar aún más el periodo de amortización.
Cuando vendan su furgoneta, podrían haber obtenido un ahorro total de más de 12.304 euros en costes de energía y 732 euros en gastos de mantenimiento. Asimismo, sus emisiones de CO2 se reducirían en más de 24 toneladas, alrededor de un 79% menos que con un modelo diésel equivalente.
Además de la subvención de 7.000 euros del Plan Moves para la compra de un vehículo eléctrico sin necesidad de entregar otro para achatarramiento, los operadores también disfrutan de otras ventajas operativas, como la ausencia de restricciones a las zonas de bajas emisiones, mayor tiempo en las zonas de carga y descarga, o una menor presión fiscal.
Por otra parte, muchos empresarios están considerando la adquisición de un vehículo eléctrico debido al inferior gasto de mantenimiento, el cual se reduce hasta en un 40%. A esto se une el ahorro que supone el coste de la luz respecto al del combustible.
Muchos operadores consideran el mantener sus vehículos eléctricos durante más tiempo que los vehículos diésel, ampliando el período en propiedad de tres a cinco años, por su menor gasto en mantenimiento.
