
Una encuesta realizada a las empresas españolas sobre la evolución de su actividad en el segundo trimestre de 2025 por el Banco de España dada a conocer esta semana apunta que casi el 30% de las empresas españolas declaran verse afectadas negativamente por el conflicto arancelario, aunque este efecto negativo operaría principalmente a través de canales indirectos asociados al aumento de la incertidumbre o la menor actividad económica global.
En el caso del transporte, este porcentaje asciende a un 44% de empresas afectadas por la guerra arancelaria para colocarse solo por detrás del impacto que tiene la situación en la indiustria española.
Concretamente, en el transporte la coyuntura se traduce en un incremento del grado de incertidumbre, en un impacto negativo sobre la actividad, así como en efectos negativos porque importa y exporta a los Estados Unidos a través de intermediarios comerciales diversos.
En este contexto, las empresas declaran un leve retroceso de la facturación, en términos de la serie desestacionalizada, en el segundo trimestre de 2025, como parte de un contexto de elevada incertidumbre.
De manera particular, más del 45% de las empresas afectadas declaran que tienen previsto trasladar el incremento de costes derivado de los nuevos aranceles a sus precios de venta, mientras que un 34% prevén diversificar su cadena de suministro buscando proveedores en otros países y un 28% tienen intención de abrir nuevos mercados en el extranjero.
Además, el Banco de España también concluye que un 21% de las empresas declaran su intención de anticipar compras de suministros ante la incertidumbre sobre la política arancelaria.