
La Comisión Técnica conformada por el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible del Gobierno de España y la Generalitat de Cataluña ha dado luz verde al proyecto de Aena para la ampliación del aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat.
Según ambas Administraciones, este proyecto permite compatibilizar el desarrollo del hub intercontinental y la preservación de la laguna de La Ricarda, con una inversión aproximada de 3.200 millones de euros.
Con más detalle, la nueva solución supone prolongar la pista mar de la instalación, lo que permite alcanzar la capacidad necesaria para que el aeropuerto pueda albergar sin restricciones aeronaves que operan rutas intercontinentales, a la vez que minimiza el impacto acústico sobre las poblaciones vecinas.
A su vez, el incremento de capacidad del campo de vuelo implica la necesidad de construir una terminal satélite que servirá para impulsar los vuelos de largo radio y alcance intercontinental.
De igual modo, la propuesta técnica de ampliación del campo de vuelo consiste en un alargamiento de la longitud de la carrera de despegue en 500 metros para llegar a los 3.160 metros totales de pista, lo que se considera compatible con disminuir la afectación sobre los espacios naturales gracias al uso parcial de las zonas que siguen a los extremos de pista.
Al tiempo, las soluciones técnicas adoptadas, siempre de acuerdo con la normativa internacional comunitaria y estatal sobre seguridad aérea, permiten compaginar la superficie de pista necesaria y la preservación de la laguna con la reducción en 87 metros de la afectación al espacio natural de La Ricarda respecto de la propuesta inicial.
Dentro del desarrollo del futuro aeropuerto se incluyen tres grandes ejes que incluyen 75 hectáreas para comercio electrónico, 58 hectáreas de parque logístico y 49 hectáreas de ciudad aeroportuaria con hoteles, oficinas, comercio y restauración.