La Comisión Europea ha descartado esta semana que la compra de Deliveroo por DoorDash tenga implicaciones para la libre competencia en el mercado de reparto de alimentación a domicilio.
En consecuencia, el colegio europeo de comisarios ha autorizado la operación, dado que las dos compañías involucradas no actúan en los mismos mercados verticales.
La británica Deilveroo aceptó el pasado mes de mayo la oferta de compra presentada por la estadounidense DoorDash por un importe que supone una valoración de la compañía de unos 2.900 millones de libras esterlinas, equivalentes a unos 3.410 millones de euros al cambio.
La integración de las dos compañías dará lugar a una plataforma con presencia en cuarenta países de todo el planeta, en los que da servicios a cincuenta millones de clientes al mes.
De manera particular, la adquisición supone un gran salto para la californiana DoorDash, fundada en 2013, que reparte a domicilio en nueve países y que cuenta con unos 130.000 repartidores que distribuyen pedidos de restaurantes, así como de productos de alimentación.