Un estudio elaborado por la Comisión Europea y el Banco Europeo de Inversiones y dado a conocer esta semana destaca la agilidad que han demostrado los importadores de la Unión para adaptar sus cadenas de sumnistro a las distintas disrupciones que están afectando al comercio internacional en los últimos años.
De manera particular, el trabajo destaca que un 25% de las empresas europeas invierten en tecnologías de visibilidad y trazabilidad para reforzar el control de sus cadenas de suministro.
Así mismo, este análisis también pone en valor la diversificación de las cadenas de suministro como medida eficaz para aportar resiliencia, eficiencia y seguridad en el suministro al mercado comunitario de productos procedentes del exterior.
En este sentido, el trabajo constata que un 22% de las compañías que importan productos de fuera de la Unión han estado expuestas a disrupciones logísticas, mientras que estos condicionantes han afectado a un 14% de las que solo trabajan dentro de la Unión.
A la hora de elegir a sus proveedores, tres cuartas partes de las empresas importadores europeas se centran en la calidad y 67% en el precio.
Para estas empresas, el mayor obstáculo existente actualmente en el comercio internacional es el acceso a materias primas y productos básicos, algo que citan un 37% de los importadores europeos, mientras que otro 34% coloca las disrupciones logísticas y de transporte como el principal problema.
Por otro lado, el estudio calcula que un 44% de las empresas que importan de China tienen problemas logísticos y de transporte frente al 22% que los tienen cuando comercian con productos de la Unión Europea.
Así mismo, el análisis destaca el papel que juega el mercado único europeo para mejorar la resiliencia de las cadenas de suministro en particular y de la economía continental en su conjunto.