
En los últimos cinco años, un 16% de las pymes logísticas han sustituido personal por procesos automatizados, siendo los perfiles más sustituidos los de empleados dedicados al cobro, personal de operaciones, personal de almacén y equipo de distribución de pedidos.
Según un informe de IMANcorp Foundation y la Universidad Autónoma de Barcelona, un 17,4% de las empresas ha reducido plantillas como efecto de la digitalización pero un 8,7% las ha aumentado por la misma razón.
Estos cambios se han producido pese a la escasa penetración de las tecnologías de la industria 4.0, pues solo un 30% de las pymes ha empleado Big Data en el último año, apenas un 21,5% usa servicios en la nube y el Internet de las Cosas solamente alcanza al 26,7%.
Algunas tecnologías específicas, como el picking con voz o el blockchain tampoco están muy desarrolladas. Pese a esta situación, la media del sector en el proceso de adquisición y uso de muchas tecnologías es superior a la de otros sectores.
Entre los perfiles de más baja cualificación, emerge la necesidad de una mayor interacción con dispositivos digitales, pues dado que tienen un bajo prestigio social, su actualización con herramientas digitales puede ser un incentivo para la población joven.
En el caso de los transportistas, existe la incógnita de cómo afectará la conducción autónoma. En los puestos de gestión del transporte, la mayor complejidad de tareas exige una inversión formativa y un dominio avanzado del uso de datos para la gestión, siendo la gestión documental una de las competencias clave a desarrollar.
En el ámbito universitario hay una multitud de másteres, y algunos grados relacionados con la logística, que cubren la formación en el nivel de “management”, pero con mucha dispersión o bien especializaciones en ámbitos muy concreto. A ello se suma la falta de grados universitarios en universidades públicas.
Competencias y conocimientos digitales
De acuerdo con el informe, un 27,3% de empresas logísticas no tiene ningún mecanismo de detección de las necesidades de competencias y conocimientos digitales dentro de su plantilla. Entre quienes sí lo tienen, el Diagnóstico de Necesidades de Formación, Mapa Gap digital o entrevista anual profesional son los más empleados.
En lo que se refiere a las actividades de formación continua realizadas, la inmensa mayoría están relacionadas con la introducción de nuevo hardware/software o maquinaria.
Respecto a la formación en competencias informáticas generales, el 60% de las empresas ha apostado por ellas, sobre todo para su personal técnico y administrativo. Las competencias informáticas específicas han sido destinada, mayoritariamente, al personal técnico.
Mientras, la formación en habilidades sociales solo ha sido desarrollada por el 50% de las empresas y solo en un 40% para el personal técnico. En lo referente a la acreditación de conocimientos digitales, el 95% de las empresas no tiene mecanismos para acreditarlos.