El Gran Consumo reclama más colaboración para mejorar la distribución urbana de mercancías

Para el director general de transportes y movilidad del gobierno catalán, “los retos de la distribución urbana son municipales pero superan el ámbito técnico local”.

21/06/2015 a las 22:33 h

Las empresas del sector del Gran Consumo, las administraciones públicas y las compañías de transporte que han tomado parte en el VI Congreso de Distribución Urbana organizado por la Asociación de Empresas de Gran Consumo, que ha celebrado en Barcelona, han coincidido en la necesidad de intensificar la colaboración público-privada para mejorar el reparto de mercancías en los entornos urbanos en términos de competitividad, calidad de servicio, sostenibilidad medioambiental y calidad de vida de los ciudadanos.

A este respecto, los agentes privados reclaman más peso en los procesos de toma de decisiones y abogan por una mayor colaboración con los ayuntamientos ante el aumento del comercio y la distribución de productos on-line.

Además, la armonización de las distintas normativas municipales que afectan a la distribución urbana de mercancías es una de las principales necesidades que comparten los operadores de transporte.

En esta línea también se expresó Pere Padrosa, director general de transportes y movilidad del gobierno catalán, que remarcó que “los retos de la distribución urbana son municipales pero superan el ámbito técnico local”.

Hacia una distribución más sostenible 

Durante el congreso se han presentado los proyectos que están llevando a cabo las principales ciudades de nuestro país y de Europa, como Londres o Roma, donde a partir del 1 de julio los vehículos de mercancías propulsados con gasóleo no podrán circular por el centro histórico.

Para solventar estas limitaciones y abastecer a los cerca de 1.100 comercios de la zona, se ha presentado el proyecto CityLogin que combina el uso de vehículos eléctricos con una red de almacenes urbanos situados a menos de dos kilómetros de la zona del centro.

Por su parte, en Madrid, el área de prioridad residencial regula la circulación de vehículos en ciertas zonas de la ciudad e impulsa el uso de un transporte más sostenible en el reparto de mercancías, mientras que en Barcelona el ayuntamiento está desarrollando las áreas de carga y descarga y los centros micrologísticos.

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