La flota española de portavehículos ha perdido un cuarto de sus unidades

La flota española de portavehículos ha perdido un cuarto de sus unidades y ahora faltan camiones para transportar automóviles, con las consiguientes consecuencias en toda la cadena logística de automoción.

13/01/2023 a las 12:09 h

Transportave estima que un 25% de la flota española de portavehículos ha abandonado la actividad de transporte de vehículo terminado en los dos últimos años.

En concreto, ahora solo trabajan 2.700 conjuntosde este tipo, frente a los casi 3.500 que circulaban en 2019, según declaraciones de los responsables de la organización empresarial a la Agencia Efe.

Esta reducción en la flota de portavehículos tiene consecuencias más allá de la propia actividad, ya que está condicionando en gran medida la venta de automóviles en España que, tras la crisis que supuso la escasez en el suministro de componentes electrónicos, ahora se ve sometida a la reducción de la oferta que implica la imposibilidad de transportar las unidades fabricadas a los concesionarios para su entrega a los clientes finales.

La crisis sanitaria supuso una drástica reducción de la producción automovilística que abocó a muchas empresas y autónomos de transporte de vehículo terminado al cierre. Sin embargo, ahora se han vuelto las tornas y la situación es justo la contraria: faltan camiones para transportar los automóviles, incluso aunque la fabricación no ha alcanzado el nivel que tenía antes de la pandemia y, además, la demanda también ha estado afectada en los principales mercados europeos, incluyendo España.

Así pues, de ahí las importantes demoras que existen para recibir un vehículo nuevo, incluyendo los industriales, aunque en menor medida.

La falta de fluidez en los flujos también está provocando, junto con el atasco en las entregas, un incremento de la congestión en los principales puertos de exportación de vehículos terminados, así como en muchas de las campas de almacenamiento de automóviles, con el consiguiente incremento de estos costes para los fabricantes.

En paralelo, los transportistas han venido observando un incremento de los preciosque se les abonan por sus servicios dada la escasez de oferta de transporte y la avidez de las marcas por asegurarse estos servicios. A su vez, los costes de empresas de transporte y autónomos también crecen, con los márgenes no dejan de ser ajustados.

 

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