La mejora de movilidad metropolitana requiere más voluntad política

El modelo de consumo ha cambiado, lo que debe llevar a la aplicación de nuevas políticas que apuesten por el equilibrio entre el uso del espacio público y la calidad del aire.

26/06/2019 a las 0:11 h

En el marco de una jornada en la Universidad Nebrija de Madrid, el Think Tank Movilidad de la Fundación Corell ha presentado su primer estudio, en el que han profundizado en el desafío que supone la movilidad en las áreas metropolitanas, dadas las deficiencias de los planes de calidad del aire, los nuevos servicios de movilidad y la problemática de la distribución urbana.

Los nuevos modos de movilidad exigen una política eficiente y cambios estructurales en la gobernanza, un asunto que se aborda en este trabajo desde diferentes puntos de vista. Para empezar, se han analizado los planes de calidad del aire de la Comarca del Bajo Nervión, Barcelona, La Coruña, la aglomeración del área de Gijón, Madrid, Palma de Mallorca, la aglomeración de Sevilla, la aglomeración de Valencia y Zaragoza.

Uno de sus principales problemas, según se ha explicado en la presentación, es que se tiende a convertirlos en planes de lucha contra el cambio climático, que son medidas a largo plazo y no vinculantes, por lo que la voluntad de implantación acaba siendo escasa.

Tampoco existe un calendario para implementar las diferentes medidas ni una descripción detallada de las inversiones, salvo en el de Madrid, ni se han establecido planes de seguimiento para evaluar su funcionamiento. Además, se centran en contaminantes como los NOx y las PM10, dejando de lado otras sustancias dañinas.

En esta línea, desde el Think Tank denuncian que la mejora de la calidad del aire "no debería estar sometida a los vaivenes políticos", pues se trata de un problema transversal. Respecto a la posible eliminación de Madrid Central, la postura ha sido clara: "Revertirlo ahora sin estudios técnicos que se adapten a las condiciones actuales podría provocar un caos circulatorio y multas por parte de la UE”.

Distribución urbana

La Fundación Corell, que apuesta por la creación de una Oficina Nacional de Calidad del Aire, dentro de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente del Ministerio para la Transición Ecológica, recoge también en el estudio algunas conclusiones sobre la distribución urbana de mercancías, que implica a un gran número de actores con exigencias e intereses contrapuestos.

Jornada fundamentos de las actuaciones para la mejora de la movilidad en áreas metropolitanas, en la Universidad Nebrija de Madrid. Se tiende a convertir los planes de calidad del aire en planes de lucha contra el cambio climático, que son medidas a largo plazo y no vinculantes.

Por ello, es preciso que las diferentes administraciones actúen de manera coordinada y teniendo en cuenta la opinión del sector privado en su modelo de gobernanza, con el fin último de desarrollar un Código de Buenas Prácticas que pueda adaptarse a cada área metropolitana.

Para profundizar en estas cuestiones, se ha celebrado una mesa redonda sobre las políticas públicas de movilidad y su impacto en el espacio, la calidad del aire, el ruido o la seguridad vial. En ella, se ha puesto de manifiesto que el modelo de consumo ha cambiado, lo que debe llevar a la aplicación de nuevas políticas que apuesten por el equilibrio entre el uso del espacio público y la calidad del aire.

El objetivo pasa por optimizar la distribución ante los nuevos modelos de comercio y el comportamiento actual del consumidor medio, mediante herramientas de colaboración entre las propias empresas, que les permitan afrontar la última milla con garantías y afrontar las nuevas exigencias de entrega por parte del cliente.

Lo más leído