Normalmente, el aspecto que más se tiene en cuenta del 'packaging' es su apariencia, algo importante, sobre todo en los envíos directos a los consumidores. Sin embargo, se suele pasar por alto el coste que suponen los envases a las empresas. Un número cada vez mayor de empresas ha descubierto que con la optimización de los envases, que implica un mejor diseño, materiales, fabricación, manipulación y eliminación, se puede lograr una mayor reducción de costes y un aumento de la eficacia.
Según el estudio realizado por DHL Supply Chain, 'La optimización del embalaje: ¿por qué se debe pensar en el embalaje?' reducir la cantidad de espacio vacío en un paquete entre un 10 y un 15% se puede equiparar a un reducción de los costes de entre un 10 y un 15%.
Además, en todo este proceso, la gestión centralizada cobra importancia ya que garantiza el cumplimiento de las mejores prácticas a lo largo de toda la cadena de suministro. También, una revisión de extremo a extremo de las políticas y procesos de envasado puede ayudar a identificar dónde existen lagunas y qué beneficios potenciales podrían obtenerse al repensar el proceso de envasado.
Para obtener ayuda, algunas empresas han adoptado el concepto de principal proveedor de servicios de empaquetado (LPSP). Con esta opción, un proveedor de logística de terceros, un 3PL, ayuda a los clientes a desarrollar e implementar una estrategia de optimización de embalaje, incluyendo la supervisión de los proveedores de embalaje y servicios asociados. En este sentido, DHL es uno de los 3PL que ofrecen este servicio, que se basa en el modelo de proveedor de logística principal (LLP).
Prácticas recomendadas
Entre los ejemplos para optimizar los envases, DHL recomienda establecer estándares específicos para el embalaje de la marca. El 'packaging' afecta a la experiencia del consumidor, de modo que un producto mal envasado puede conllevar una experiencia negativa del consumor y deteriorar el valor de la marca. Por ello, establecer normas específicas sobre el embalaje es importante, incluyendo reglas sobre la calidad, sobre los materiales y sobre sus funcionamiento.
Por otro lado, el embalaje personalizado, adaptado a cada pedido, mejora la experiencia del cliente, la sostenibilidad de la cadena de suministro y la eficiencia. Con la integración de una máquina que envase cada producto de manera individual, por ejemplo, una empresa puede crear cajas de cartón de tamaño personalizado para reducir el espacio vacío y, con ello, los costes de transporte y la cantidad de material de embalaje necesario.
Además, la reducción del tamaño de un paquete permite al transportista cargar más productos en un vehículo o en un contenedor, lo que ayuda a reducir considerablemente los costes de flete por unidad, tanto económico como medioambiental.
También se citael desarrollo del 'retail-ready packaging', que hace que los productos estén listos para su visualización sin desembalar o sin necesitar de otra estructura que se deba montar. El RRP reduce los costes operativos al reducir el número de horas de personal necesarios para abastecer las estanterías y configurar sus cajeros.
Por último, repensar de nuevo el proceso de embalaje puede desalentar la falsificación. En concreto, un LPSP puede ayudar a un cliente a determinar qué estrategias, tácticas y tecnologías son necesarias para reducir el riesgo de falsificación, como son los marcadores de prevención del fraude, autenticadores y o el software de visibilidad.