Los puertos de Ferrol y La Coruña han incorporado recientemente parte de la Ría de Ares a su zona de servicio, con lo que ambas infraestructuras gallegas mejora su oferta para la captación de nuevos tráficos marítimos.
El nuevo suelo portuario viene recogido en las órdenes FOM/2041/2014, referente al puerto de La Coruña, y FOM/2040/2014, correspondiente al puerto de Ferrol, publicadas por el Ministerio de Fomento este lunes 3 de noviembre en el BOE, y que modifican la delimitación de espacios y usos portuarios de ambas instalaciones.
Parte de la Ría de Ares, por sus condiciones naturales de abrigo, opera históricamente como lugar de fondeo. No obstante, la última legislación portuaria indica que las áreas de fondeo y espera han de pasar a formar parte, con carácter oficial, de la zona de servicio del puerto.
Por ello, se hacía necesaria la resolución que incorporase este fondeadero a las zonas de servicio de sus respectivos puertos, habiéndose acordado conjuntamente la propuesta de delimitación correspondiente a cada Autoridad Portuaria.
Punta Langosteira, principal motivo
Particularmente, en el puerto de La Coruña, esta modificación incorpora nuevos espacios de tierra a la zona de servicio que supone una alteración superior al 15% de la superficie asignada a determinados usos, por lo que tiene carácter de modificación sustancial. Dicha consideración ha conllevado una serie de requisitos administrativos ya cumplidos.
La puesta en servicio de las obras ya ejecutadas en Punta Langosteira, el cual puede suponer el traslado a corto y medio plazo de actividades que actualmente se desarrollan en la dársena interior del puerto de La Coruña, ha sido uno de los principales motivos de la modificación de los suelos portuarios.
Del mismo modo, la zona de aguas de esta infraestructura debía ser redefinida, con el fin de delimitar una Zona II de aguas en el ámbito de Langosteira, actualmente inexistente, pero necesaria para su puesta en servicio, e incorporar a la zona de aguas correspondiente a la dársena interior el conjunto de la zona de practicaje y el área de fondeo situada en la ría de Ares.
Con respecto a las nuevas instalaciones de esta zona, uno de los cambios más destacados es la flexibilización de usos mediante la introducción de usos portuarios y complementarios de éstos en el recinto portuario, con el fin de obtener una mayor versatilidad de los espacios. Además, se incorporan las últimas expropiaciones efectuadas en la ejecución de las obras.
En cuanto a la dársena interior, se incluye la flexibilización de usos mediante la introducción de usos mixtos. De este modo, los muelles de Batería y Calvo Sotelo pasan a combinar el uso portuario comercial y el no portuario de integración puerto-ciudad.
Satisfacción en el puerto de Ferrol
La publicación de esta medida ha sido acogida con satisfacción por la Autoridad Portuaria de Ferrol-San Cibrao, así como por consignatarios y empresas vinculadas al tráfico marítimo, ya que supone completar el esfuerzo modernizador iniciado con la construcción del puerto exterior.
"Disponer de una zona de fondeo segura atraerá más tráfico, optimizará la ocupación de las líneas de atraque e impulsará nuevas empresas para satisfacer la demanda de servicios por parte de los barcos que fondeen", han afirmado desde el puerto.
Con este reconocimiento oficial, las autoridades portuarias tendrán que comprometerse, además, a garantizar a los buques que utilicen esas zonas determinados servicios que hasta ahora no tenían asegurados.
De este modo, los barcos fondeados podrán hacer el relevo de sus tripulaciones, podrán efectuar reparaciones menores que no precisen de entrada en astillero, o podrán recibir avituallamiento de víveres, combustible y otras provisiones.