La naviera Maersk Line ha alcanzado la meta de reducir, para 2020, las emisiones de CO2 en un 25% de su índice de referencia los niveles de 2007. Esta marca la han logrado ocho años antes de lo previsto, por lo que la compañía se propone alcanzar en 2020 una reducción del 40%.
Según indica la compañía, su enfoque hacia la eficiencia energética les ha convertido en una empresa más competitiva en costes. Al reducir sus emisiones de CO2, en consecuencia, reducen las de sus clientes, lo que supone un gran valor para sus clientes, quienes cada vez más demuestran una mayor conciencia ambiental.
A pesar de que el transporte marítimo es la forma más eficiente para transportar cargas en largas distancias, la contribución de CO2 a la atmósfera es de un 3-4% del total mundial anual.
La naviera ha alcanzado este objetivo gracias a la combinación de la eficiencia operativa, la red y la optimización de viaje, la innovación en la navegación lenta y la técnica. Otros factores importantes que han influido han sido la constante cooperación con los socios de arrendamiento de buques para equipar sus barcos, y la llegada para este año y el próximo de los buques Triple-E, que serán los buques más grandes y más eficientes.