
El Gobierno se ha embarcado en una batalla por negarle legitimidad al paro patronal indefinido en el transporte mientras lo que verdaderamente importa, es decir, sus causas y consecuencias, se agravan con el paso de las horas.
A la negativa de la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana a siquiera plantearse hablar con los convocantes de la movilización ha seguido la calificación de la ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, de que los transportistas que paran son de extrema derecha.
Enfrente, la Plataforma para la Defensa del Sector Transporte argumenta que "se está intentando criminalizar y colgar etiquetas ideológicas a un sector que solo busca poder vivir de su trabajo y que se siente marginado y despreciado por sus gobernantes", al tiempo que reclama a la sociedad que "no caiga en la mala interpretación que desde la administración se quiere verter sobre nosotros".
Sin embargo, los convocantes del paro parece que están perdiendo la simpatía que pudieran tener tanto por los actos violentos que se están sucediendo, como por los perjuicios que está causando la movilización para la ciudadanía.
Al mismo tiempo, esta entidad asegura que"seguirá con el paro de manera indefinida"y organiza marchas para este sábado, 19 de marzo, con la intención de que "la señora ministra pueda hacer recuento de quién es la mayoría y quién la minoría".
Independientemente de la batalla ideológica, el paro sigue causando un daño económico al tejido producivo español que va intensificándose hora tras hora.
Al paro de gran parte de la industria láctea están siguiendo el de la construcción en Galicia, por falta de suministro de material de obra, y el parón de actividad de la planta de Azucarera en la localidad gaditana de Jerez de la Frontera, que es la única fábrica de azúcar que opera todo el año en España.
Mientras, el Ministerio del Interior ha desplegado hoy, viernes 18 de marzo, un intenso dispositivo policial compuesto por más de 23.000 agentes en toda España, destinado a evitar los incidentes que se han repetido a lo largo de toda esta semana en diferentes partes del país.
En este sentido, los cuerpos policiales están controlando accesos a zonas de carga y realizan labores de escolta para proteger los vehículos que quieren ejercer su derecho a trabajar con libertad y seguridad.