Este dron marino facilitará las labores de vigilancia en el puerto, así como la investigación oceanográfica, y las inspecciones de mantenimiento de infraestructuras y salvamento.
Los trabajos servirán para dar un nuevo diseño a una instalación que necesita separar los flujos de embarque y desembarque tanto de pasajeros como de los vehículos que acceden a las instalaciones.
Gracias a un complejo conjunto de sensores personalizados, la embarcación puede ser gobernada de forma totalmente autónoma en servicios de seguridad, vigilancia o eliminación de vertidos, entre otros.
Se pretende establecer un proceso de intercambio de información entre ambos puertos, tanto para tráfico de pasajeros como de carga, para garantizar una trazabilidad global.
Con este desarrollo, el enclave ceutí pretende agilizar y facilitar la tramitación y gestión de los servicios profesionales con nuevas funcionalidades.
La instalación, que el 22 de enero recibirá el primer crucero del año, tiene programadas menos escalas para el año 2019, pero está previsto que llegue un número muy similar de pasajeros.