Las maniobras se han llevado a cabo frente a las costas de los Países Bajos con una barcaza para labores de suministro equipada con tecnología para evitar colisiones.
Se estudiará la normativa de seguridad marítima interna y externa que requieren los buques autónomos, así como la preocupación de la Organización Marítima Internacional al respecto.
RollsRoyce ha invertido cerca de 400 horas en pruebas de navegación autónoma, con tecnologías que permiten alterar automáticamente el rumbo y velocidad cuando el ferry se aproxima a un muelle.
La Organización Marítima Internacional está trabajando en la implementación de la agenda de protección medioambiental y en el desarrollo de su estrategia para reducir los gases de efecto invernadero.
Se focalizará en el desarrollo de soluciones capaces de facilitar la transición de la industria marítima a la era digital y la puesta en marcha de un ecosistema marítimo autónomo.
La tecnología instalada permite tanto el control convencional del buque por parte de la tripulación como, en caso de ser necesario, su monitorización y control remoto o autónomo.