Las etiquetas son imposibles de manipular y permiten diferenciar aquellos palets que hayan sufrido una rotura de la cadena de frío durante los procesos de almacenaje o transporte.
Existen cuatro modelos, que van desde el más sencillo, con el dispositivo USB y un sensor de temperatura, hasta otros con sensores adicionales de humedad relativa y de luz que se leen por Bluetooth.
En este área, el terminalista tiene previsto gestionar el tráfico de pescado, fruta, medicinas y productos químicos, que requieren un estricto control de la temperatura.
El evento servirá como punto de encuentro para los especialistas en la cadena de frío, que podrán conocer diferentes tecnologías para fomentar la eficiencia energética en el sector.