Con esta medida se pretende evitar la manipulación de estos aparatos que registran la velocidad de los vehículos y los tiempos de conducción y descanso.
Más de 3.500 agentes han incrementado los controles de este tipo de vehículos, realizando desde controles de alcohol en sangre hasta comprobaciones de la tara, con el objetivo de reducir la accidentalidad y siniestralidad en las carreteras.
Durante el 2013, se han realizado en las carreteras madrileñas más de 1.200 controles y se han inspeccionado casi 90.000 jornadas de conducción correspondientes a aproximadamente 4.000 conductores de 708 empresas.
En la última campaña de control, se han inspeccionado un total de 3.172 vehículos y detectado 158 irregularidades, de las que el 54 % han sido excesos de peso.
Durante los siete días de duración de la campaña los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, así como las diversas policías locales, vigilarán el cumplimiento de las normas de circulación.
La N-121-A es una carretera nacional que discurre por la Comunidad foral y que soporta un tráfico intenso, del que gran parte corresponde a vehículos pesados.
Además de controlar el exceso de peso, en ruta se ha realizado el chequeo electrónico del tacógrafo y de los limitadores de velocidad y en la inspección de empresas se han controlado los tiempos de conducción y descanso.