Las actividades logísticas asociadas al segmento del comercio electrónico necesitan naves con más capacidad de almacenaje, muy próximas a los centros urbanos y con gran cantidad de muelles para facilitar un picking rápido, características cada vez más difíciles de encontrar en el mercado inmologístico español.
Las empresas puras de internet y la gran distribución pugnan por controlar el canal de e-commerce con estrategias distinta, haciendo valer sus puntos fuertes. Mientras las empresas del canal on-line cuentan con todo el potencial de las herramientas informáticas y de los datos, la gran distribución aprovecha su implantación para generar cercanía al cliente.
Las empresas puras de internet y la gran distribución pugnan por controlar el canal de e-commerce con estrategias distinta, haciendo valer sus puntos fuertes. Mientras las empresas del canal on-line cuentan con todo el potencial de las herramientas informáticas y de los datos, la gran distribución aprovecha su implantación para generar cercanía al cliente.
No existe una única solución para adaptarse con éxito al nuevo entorno, sino que todas las propuestas se deben aplicar de manera conjunta para dar respuesta a los retos, al mismo tiempo que se trata de mejorar la operativa y el servicio.
El futuro del retail pasa por la búsqueda de soluciones omnicanal que permitan al sector adaptarse a las necesidades de un cliente cada vez más exigente, que reclama una experiencia de compra satisfactoria tanto en tienda como en la web.
El futuro del retail pasa por la búsqueda de soluciones omnicanal que permitan al sector adaptarse a las necesidades de un cliente cada vez más exigente, que reclama una experiencia de compra satisfactoria tanto en tienda como en la web.
Con el comercio electrónico lanzado a por más clientes y más áreas de negocio, el próximo objetivo se centra en atacar el consumo de productos perecederos, un segmento en el que la confianza de los consumidores es un elemento clave.
Las recogidas en consignas o puntos de conveniencia comienzan a ser una opción habitual para los clientes de e-commerce, a los que ahora se les presenta la oportunidad de recibir sus pedidos en el coche o en el domicilio sin necesidad de estar presentes.
La frontera entre la tienda física y el canal on-line se difumina a medida que empresas tradicionales y procedentes del mundo digital experimentan con formatos mixtos que les permiten ganar cercanía con el cliente e impactar fuera de su ámbito de juego habitual.