Cada año que pasa, la apuesta de las autoridades nacionales y europeas por la electromovilidad es más evidente. Las nuevas regulaciones, los objetivos de reducción de emisiones e incluso las ayudas para el cambio de vehículo, van claramente en esa dirección. Sin embargo, en la transición hacia ese transporte completamente limpio, es necesario apolyarse en tecnologías maduras que permitan ir dando pasos hacia ese objetivo, con vehículos que se adapten a las necesidades de los usuarios.