Aprovechando su poder en el mercado y su potencia financiera, las navieras están ejecutando políticas de integración vertical y expulsando a los transitarios del mercado.
La "falta de organización y previsión" ha supuesto que desde el 2 de enero no se haya emitido un solo permiso, por lo que todas las mercancías sujetas a esa inspección no se han podido despachar.
La situación del transporte marítimo seguirá centrando los esfuerzos, siendo primordial la unión de fuerzas entre las empresas transitarias y las Asociaciones Internacionales como Clecat o Fiata.
La Federación quiere llamar la atención sobre la falta de transparencia de las navieras, así como la falta de fiabilidad en la prestación de sus servicios.