Los principales puertos finlandeses y suecos construirán instalaciones que faciliten a las navieras el cumplimiento de las nuevas regulaciones en materia medioambiental.
La legislación finlandesa impone una limitación de diez operaciones de cabotaje en un período de tres meses, en lo que supone unas restricciones que no están justificadas para la Comisión Europea.
Las terminales de GNL se construirán en tres puertos del Báltico, en Rauman, Pori y Tornio, y tendrán una capacidad conjunta de almacenamiento de 450.000 tn.
Con motores Wärtsilä también puede ser propulsado con diésel bajo en azufre, con lo que se asegura el respeto al medioambiente y una reducción de costes en combustible.
Expertos de ambos lados están trabajando actualmente en cuestiones relacionadas con precios, comercialización y mejora de los procedimientos en aduanas, con el fin de crear un producto competitivo.