La naviera, que espera pasar de los tres millones de pasajeros transportados en 2017 a cinco millones en 2019, prevé incorporar también nuevos buques para la carga rodada.
El objetivo es favorecer el transporte marítimo desde el centro y sur de Italia hacia España y Portugal ofreciendo a las empresas de transporte una solución logística eficiente y rápida.
Con un registro bruto de 17.400 toneladas, estos buques tienen flexibilidad para el transporte de todo tipo de carga rodada y cuentan con la más alta categoría Ice Class de Finlandia y Suecia.
La naviera italiana se ha convertido en uno de los principales proveedores de servicios logísticos integrados de transporte marítimo para los fabricantes de vehículos.
Con un tráfico de unos 250.000 vehículos al año y una capacidad de almacenamiento de más de 6.000 unidades, la terminal cuenta con una superficie de casi 110.000 m² y opera unos 750 buques anuales.
Inicialmente, estas líneas unirán la instalación portuaria vasca con el puerto belga de Zeebrugge, el sueco de Gotemburgo y los británicos de Teesport, Hull y Tilbury.