la Unión Europa se ha propuesto reducir un 40 % la huella de carbono de este sector para el año 2030, responsable del 2,7% de las emisiones de gases de efecto invernadero.
La organización ha señalado que debe mejorarse e incentivarse fiscalmente la disponibilidad de información sobre el consumo de combustible y la huella de carbono.
Se trata de una herramienta que permite medir el nivel de emisiones de dióxido de carbono y óxido de nitrógeno, así como el coste de las emisiones de contaminantes en el conjunto de la vida útil de un vehículo.