Los ecologistas habían reclamado que se realizase un estudio de impacto medioambiental que determinase la incompatibilidad del almacén con la calidad de vida.
El Servicio de Control Ambiental de la consejería regional, ha constatado que ciertas empresas del puerto incumplen las condiciones fijadas en la autorización ambiental.
Anteriormente, su concesión consistía en la gestión de una nave de almacenaje y tratamiento superficial de piezas de acero que sean objeto de tráfico portuario.