A pesar del interés demostrado por hasta tres empresas el plazo de presentación de ofertas ha finalizado este jueves sin que se haya concretado ninguna propuesta.
El proyecto incrementará el calado de la canal de navegación desde 6,8 m en el tramo de la desembocadura hasta los 8,0 m, y desde los 6,5 m en el canal fluvial hasta los 7,60 m, con el fin de conseguir una mejora operativa, esencial y fundamental, del Canal de Navegación.
Junto con Sevilla Shipyard y Astillero del Guadalquivir, ya son tres las empresas interesadas que han retirado el pliego necesario para participar en el concurso.
Serán "preferentes" los proyectos que ofrezcan a los astilleros servicios de reparación y certificación de buques, además de los relacionados con la nueva construcción o modificado de embarcaciones y elementos flotantes.
Tras la apertura de un procedimiento por parte de la Comisión Europea por el proyecto del dragado del canal del río Guadalquivir promovido por la Autoridad Portuaria de Sevilla, señalando que, a su juicio, esta iniciativa no debe acometerse hasta no garantizar la protección medioambiental.
El dragado del fondo del río Guadalquivir supondría un "aumento sustancial" de la carga que pueden trasladar las embarcaciones a su paso por el Puerto.
Este concurso se lleva a cabo después de que la Autoridad Portuaria concluyera que las dos ofertas para la explotación de astilleros presentadas en el proceso abierto en mayo cumplían los requisitos pertinentes.
Existe un gran interés en poner en marcha una Zona Franca en el puerto de Sevilla con el objetivo de fomentar el desarrollo de actividades económicas en la ciudad. En este artículo, el catedrático de Economía de la Universidad de Sevilla, Rafael Salgueiro, analiza las ventajas de las Zonas Francas y de los beneficios que aportaría al puerto sevillano, pero avisa de la necesidad de dragar el río con el fin de optimizar el canal de navegación del puerto que permita el éxito del proyecto.
El objetivo es el desarrollo de actividades de almacenaje de materiales, y puesta en marcha, en un área de unos 800 metros cuadrados de la misma, de una planta de hidrógeno y pilas de combustible.
Sevilla Shipyard y Astillero del Guadalquivir son las dos empresas que optan a explotar el astillero, y que se mantienen a la espera de concurso público para su adjudicación si ambas cumplen los requisitos.