El operador ha convocado en septiembre una reunión extraordinaria del Consejo de Administración, en la que se presentarán los planes para las nuevas filiales, tanto las nacionales en el mercado holandés, como las internacionales en Europa y en Oriente Medio.
En Francia, el crecimiento ha sido del 33,9% y en el resto de los mercados internacionales, el 31,8%, gracias a la incorporación de nuevos clientes como Nespresso, Ferrero o Henkel.
A pesar de la caída del 2,7% en la facturación, la naviera ha conseguido controlar los costes operativos, contrarrestando la bajada de los precios de los fletes.
Sin embargo, los metros lineales de carga atendida han aumentado un 6,2%, alcanzado 1.194.730 m, en lo que constituye el único dato positivo del trimestre en la cuenta de explotación de la naviera.
Sin embargo, a pesar de de la "agresiva" competencia, la debilidad del dólar y la disminución de los fletes, la naviera ha conseguido aumentar el volumen de carga transportada hasta un 5,5%.
Además, la facturación de Stef Iberia se ha incrementado en un 6,4% gracias a los flujos ligados a las exportaciones y a la actividad de carga completa.
Este crecimiento ha sido posible, según la compañía, gracias a la mejora del rendimiento en sus terminales en Asia Pacífico, India y los Emiratos Árabes Unidos, mientras que en Europa se han seguido apreciando signos de mejora.
Además, el beneficio neto ha sido de un millón de euros, una cifra inferior a los 144 millones del 2013, aunque entonces se contabilizaron los 200 millones de euros que UPS abonó tras fracasar su oferta de compra sobre la compañía holandesa