El porcentaje de entregas programadas en Barcelona prácticamente se ha duplicado en 2018, pasando del 10% al 19%, aunque le supera Madrid, que ha pasado del 17% al 24%.
El reto de evitar las entregas fallidas y ganar rentabilidad en las entregas de comercio electrónico, obliga a los operadores logísticos a buscar alternativas que les permitan mejorar la planificación a través de la tecnología.
Una vez se ha realizado el pedido, el equipo del operador recoge el paquete en los almacenes del e-tailer y lo traslada hasta la consigna más cercana al cliente hasta que se reciban las instrucciones de entrega.
La posibilidad de retornar los pedidos no deseados con facilidad es un elemento clave para un 80% de los usuarios de comercio electrónico de entre 35 y 49 años de edad.
El consumidor actual valora la opción de elegir a su conveniencia una entrega rápida o programada, lo que puede ayudar a reducir el coste por envíos no entregados